Estuve a punto de llorar al recibir la noticia de que Tim Schafer en persona iba a volver a montar para nosotros aquella épica historia de esqueletos que se movían entre folclore y humo de tabaco. Me imaginé un mundo perfecto en el que Grim Fandango estaba de nuevo entre nosotros, con su olor a clásico, con sus impecables y majestuosas lineas de diálogo, con su impagable banda sonora y personajes.
Hoy ese sueño es real. Lo tengo en mis manos (nunca mejor dicho porque lo estoy jugando, principalmente, en PS Vita) y, aunque es algo diferente a como lo había imaginado, sigue siendo grande.
¿A qué me refiero con que no es como me lo había imaginado? Si nos remontamos a la remasterización de The Secret of Monkey Island, y aquí habrá opiniones encontradas, lo que nos llegó era una versión que respetaba al original, pero que rehacía el juego desde sus cimientos para plantear la nueva resolución con nuevos gráficos. Los diseños de los personajes y escenarios se habían recreado desde cero… Cuando piensas en un nuevo Grim Fandango piensas en que todo eso se va a animar una vez más. No sólo quieres una nueva resolución, esperas que no se vea la composición poligonal de los personajes, por citar un ejemplo.
Sin embargo, Schafer y su equipo han decidido respetar el producto de base, tocándolo sólo si es para mejorarlo, pero siempre que el juego sea exactamente el mismo que antaño. Todavía vemos algunos de los principales fallos gráficos del original, vemos que el cuerpo de Glotis sigue siendo un puzzle de piezas que encajan y se mueven. Pero lo vemos a más resolución y con un toque de iluminación que hace que todo mejore.
Además de estos ligeros cambios, también los vemos profundos, pero con el mismo significado: la banda sonora suena espectacular y el control se ha mejorado resultando, quince años después de su lanzamiento, lógico e intuitivo por primera vez. En este caso, cabe destacar que, además de un control basado en la posición de la cámara (el original se movía con posición de personaje, lo que hacía que en muchas ocasiones todo fuese confuso) también se ha incluido un control basado en, agárrate, point’n click. En cualquier momento puedes pasar de uno a otro, pero este pequeño detalle hace que no se vea como una auténtica locura que el juego acabe por salir en otras plataformas como iPads y demás. Después de todo, el mismo proceso tuvo lugar con Broken Age, el grandioso juego de Double Fine que devolvió a Schafer al mundo de las aventuras gráficas y gracia al que tenemos hoy de nuevo Grim Fandango entre nosotros.
Por el resto, Schafer ha limpiado el polvo, como un restaurador, más que buscando hacer un juego nuevo. Incluso, por no hacer, ni ha cambiado el marco 4:3 (se puede jugar en un 16:9 estirado a lo ancho). ¿El motivo? Pues que los escenarios estaban pintados en ese formato y cualquier cambio profundo en ese sentido suponía reestructurar el juego a lo gordo. Vamos, un trabajo innecesario y demasiado peliagudo para luego lanzarse al mercado con un precio de juego de hace 15 años que vuelve al ruedo.
La experiencia, por supuesto, mejora, aunque sólo sea por el nuevo control. El resto es lo mismo y nos sirve para volver a revivir una de las mejores historias jamás contadas en un videojuego.
Como punto de interés excelsior, la versión PS4 y PS Vita es cross save y cross buy. Por el precio de uno puedes jugar alternando entre ambas plataformas. Eso sí, da la sensación de que perdurará menos en el tiempo que la de PC, que siempre son más longevas. Y una experiencia como la de Grim Fandango es como para revivirla cada poco tiempo en plan peregrino.
