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Año de crisis: ni USB con presskit y menos booth babes

El E3 2013 no se ha escapado de la crisis que sacude al mundo hoy en día. Para desgracia de los asistentes ha habido ciertos recortes en la exposición. Uno de ellos ha sido la supresión de los USB con press kit en los stands de las empresas, lo cual es una pena, ya que en ellos se daba información sobre los juegos en desarrollo o claves para versiones beta, entre otras cosas.

Donde también se ha notado el recorte de presupuesto ha sido en el número de booth babes. La cantidad de chicas explosivas presidiendo los stands para atraer e informar al público ha descendido de forma llamativa. Pero nos olemos que no sólo se debe a un ajuste presupuestario. ¿Insinuamos algo? Sí, y os lo vamos a decir de manera clara y directa: Censura.

Sabemos que es un tema controvertido y que abrirá debate, pero al fin y al cabo a todos nos gusta el barro. No cabe duda de que un puesto de venta siempre debe buscar llamar la atención de los consumidores y, sobre todo, destacar por encima de su competencia. Y en este caso, las booth babes son el reclamo perfecto para la industria del videojuego, ya que la mayor parte de los asistentes a las ferias de esta industria son hombres.

El canon de belleza seguido por las booth babes es el establecido por los propios videojuegos, los cuales entre sus personajes femeninos (en su mayoría), encontramos mujeres hermosas con un físico de infarto. Las booth babes tratan de ser la versión real de estos personajes llevando, así, ropas sugerentes que estén relacionadas o con el stand que promocionan (edecanes) o con algún personaje de videojuego (cosplayers). Y, todo sea dicho, que dejan poco lugar a la imaginación.

En muchos casos el producto que se promociona no destaca por su contenido, pero sí por quién lo promociona. Así, una buena booth babe puede atraer la atención y hacer que el stand sea mucho más visitado y recordado. Aunque su contenido sea mediocre.

Sin embargo, estas exuberantes mujeres tienen sus detractores. A lo largo de los años ha habido quejas sobre si el vestuario de las booth babes es demasiado descocado pudiendo llegar a ser ofensivo para el público. Los hombres y mujeres que están en contra de este tipo de prácticas han alegado que su parcial desnudez es irrespetuosa con los asistentes y que atenta a la dignidad de las propias chicas que lo llevan. Asimismo, se han lanzado críticas diciendo que es una forma de deshumanización y de tratar  a las mujeres como objetos.

Por parte de un público más feminista los comentarios van más por ir en contra de la dignidad de las mujeres aficionadas a los videojuegos, ya que puede dar la impresión de que todo el sector femenino gamer debe adherirse a ese canon de belleza. Muchas detractoras han llegado a afirmr que dejan de asistir a los eventos sólo para no verlas y no sentirse ofendidas, por lo que ha saltado la alarma en la Asociación de Software de Entretenimiento (ESA). Al final, si mucha gente  deja de asistir al evento por las booth babes, eso significaría que no se reciben los beneficios generados por esos posibles asistentes. Lo que se traduce en pérdidas para la asociación.

Estos acontecimientos han llevado a la ESA a abrir una investigación basada en la censura del vestuario femenino en otras ferias de este tipo (en China ya existe la censura de las booth babes desde hace más de un año) y ha concluido con esta normativa, que ha sido publicada tras los comentarios negativos del E3 de los años 2011 y 2012:

El material, incluyendo modelos, cualquier conducta que sea explicita sexualmente y/o sexualmente provocativa, incluyendo pero no limitado a desnudez, desnudez parcial y trajes de baño, están prohibidos en el piso del evento, áreas comunales y en cualquier punto de acceso al evento. ESA, a su discreción, determinará que material es aceptable.


¿Qué quiere decir esto? Que se controlará el vestuario de las chicas y si no se considera apropiado se les prohibirá la aparición en la feria. Esto ha provocado que muchas compañías hayan elegido ropa menos provocativas para sus chicas o que, directamente, hayan prescindido de contratarlas y buscado otro medio de reclamo para el público.

Esta decisión también ha generado polémica, ya que muchos de los asistentes aprecian la presencia de las booth babes llegando, incluso, a asistir sólo para fotografiarlas.

Es cierto que hay que ser respetuoso con el cuerpo femenino y la forma de exhibirlo, pero también hay que ser respetar lo que quiere cada uno. Nadie obliga a las chicas a asistir y vestirse de esta forma, sino que lo hacen porque quieren. Posiblemente muchas de ellas disfruten siendo admiradas por su belleza y atractivo. ¿Quién tiene derecho a negarles lo que quieren hacer?

Hay que ser sinceros, para ver una chica mona pero con ropas poco llamativas, basta con salir a la calle y fijarse un poco. Por lo tanto, para que no sean azafatas de feria normales (guapas pero con su uniforme serio) debe haber algo que llame la atención y las haga diferentes. Y las cosas como son, lo que gusta es ver carne.

Hay que respetar la libertad de discurso y expresión (primera enmienda de los Estados Unidos de América) y esto incluye tanto a los que no les gusta, como a los que sí. Así que no se puede prohibir nada. Las costumbres que tanto gustan, tanto por hacerse como por presenciarlas, deben mantenerse. Y a los que no les guste, que lo ignoren.

Las consecuencias de la decisión de la ESA sobre las booth babes se verá en los resultados de beneficios, asistencia y críticas, así como comentarios en páginas dedicadas al sector del E3 de este año 2013. Desde Kabukis esperamos que la ESA se dé cuenta que, por respetar a los detractores y acallar sus comentarios negativos, han ofendido y provocado el descontento y malas críticas de los que asisten fielmente al evento y apoyan a las booth babes.

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