Siempre hay un debate que da vueltas en las redes sociales y en los medios de comunicación. Muchos se preguntan si los estudios deberían implementar un modo fácil en sus títulos, para así asegurarse que todos los jugadores puedan disfrutar más de los videojuegos. Como todo debate, hay opiniones a favor de este planteo y también en contra. Pero más allá de las opiniones encontradas en Internet, esta discusión generó otra conversación sobre la diferencia entre accesibilidad y dificultad que Bluepoint consideró a la hora de plantear su remake de Demon’s Souls.
El estudio estudió la inclusión de un modo fácil, pero lo descartaron rápidamente porque deseaban respetar la visión original y porque consideraban que el juego es justo en sus mecánicas y formas de plantear el combate y la progresión. Con esto quieren decir, que no se trata de una dificultad artificial o caprichosa. Sin embargo, el estudio tenía una preocupación que se centraba en la accesibilidad. Se preguntaban si debían quitar las barreras en el control o en la visibilidad para que nadie encuentre dificultades añadidas por alguna condición especifica, cosas como permitir pasar el sonido de stereo a mono a cualquiera de los lados, reguladores para el motion blur, editar los colores de la paleta del interfaz para ayudar a los que tengan problemas para ver algún color y otras ayudas que no afectan.
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El modo fácil de Demon’s Souls
A pesar de todas estas cuestiones, se debe resaltar que sí hay un «modo fácil» en dicho título. Aunque claro, no como tal. Estamos hablando de 180 vídeos que los usuarios de Plus pueden acceder con un menú in-game y que especifican qué hacer en cada momento, las mejores estrategias para cada jefe. Lo cierto es que esto no tiene ninguna diferencia con acudir a una guía, ver un video en youtube o mismo ingresar a un foro, pero ahora esto queda todo integrado dentro del juego. A través de un menú emergente que podemos usar, o no, como cualquier otro recurso externo para cuando estás perdido.
