Ante todo pronóstico Donald Trump es el nuevo presidente de Estados Unidos. El magnate, xenófobo, racista, egocéntrico y ahora político ha suscitado una gran incertidumbre en todo el mundo sobre cuáles van a ser sus políticas y, el mundo de los videojuegos, no iba a ser menos.
Trump ya tachó a los videojuegos de claros culpables de la violencia en los adolescentes con este Tweet de 2012. Incluso llegó a culpar a este tipo de juegos del tiroteo de la escuela de primaria de Sandy Hook en ese mismo año.
El futuro de la industria de los videojuegos en Estados Unidos ahora es más incierto que nunca. Pero no tenemos que olvidar que ya existen juegos creados o inspirados en él, eso sí sin violencia, así que tendremos que ver en qué evoluciona todo esto.
Su casino Trump Plaza, situado en Nueva Jersey, inspiró una serie de videojuegos a finales de los 80 como Trump Castle o The Ulimate Casino Gambling Simulation.
En 2002 llegó Donald Trump’s Real Estate Tycoon, su juego oficial para PC. Fue una mezcla del SimCity y un simulador de gestión empresarial en el que había que tener éxito en cinco ciudades: Los Ángeles, Nueva York, Atlantic City, Londres y París. Si se superaba el objetivo, ¡había que enfrentarse a Trump en persona!
Tras dirigir y protagonizar su propio reality show llamado The Apprentice, en 2006 salió su segundo juego oficial para PC, PSP y Xbox llamado de la misma manera. En él, el presidente electo era un jefe que encargaba tareas y proyectos a los concursantes y a modo de Gran Hermano iba despidiendo uno por uno hasta que había un ganador.
Otros videojuegos inspirados en él son Surgeon Simulator, una parodia de un cirujano que tiene que operar a Trump y Trump vs The World, una sátira para móviles que fue tan fuerte que Apple lo censuró donde había que esquivar todo tipo de peligros y obstáculos.
En TrumPiñata y en Steam se puede golpear con fuerza a figuras similares a nuestro protagonista. Y en Max Damage los peatones habituales se pueden sustituir por Trump y Clinton para que puedan atropellarlos de distintas formas.
Incluso su imagen ha llegado a la realidad virtual. En el Trump Simulator VR se puede preparar un gran discurso y como detalle curioso la Torre Trump de Nueva York aparece en la tapa del primer Grand Theft Auto. Lo que está claro es que su personaje, antes de ser presidente, ya ha dejado huella en el mundo de los videojuegos.