Un grupo de jóvenes ortodoxos rusos ha creado un videojuego para matar a tres componentes del grupo punk Pussy Riot, como respuesta a la protesta político-religiosa realizada por la banda hace un año, que molestó a la Iglesia Ortodoxa Rusa y a los feligreses. En el juego hay que acabar con las chicas encapuchadas, tal y como iban en el día de autos, con la ayuda de una cruz. Si entran en la Iglesia y logran manifestarse, has perdido.
El suceso en el que se centra el juego, tuvo lugar en febrero de 2012, cuando las jóvenes artistas irrumpieron en una zona restringida de la Catedral del Cristo Redentor, se quitaron la ropa y comenzaron a tocar la guitarra eléctrica y a cantar en bragas y sujetador. El hecho de tener a unas muchachas medio desnudas en mitad de la iglesia ya era motivo de enfado para los ortodoxos, qué gente más rara…; pero cuando comenzaron a escuchar la letra de la melodía, el cabreo se volvió mayúsculo.
Acusaban al patriarca de Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, de servir al presidente de Rusia en lugar de a Dios, y pedían a la Virgen María que salvara a Rusia de Vladimir Putin. Una idea original y mediática de cómo meterse con la Iglesia y el gobierno en un único movimiento.
Las jóvenes artistas fueron acusadas por “vandalismo motivado por odio religioso”. El juicio fue sonado y las chicas lograron el apoyo de artistas como Paul McCartney, Madonna y Red Hot Chili Peppers. Sin embargo, fueron condenadas a dos años de cárcel, de hecho, dos de ellas aún se encuentran en prisión. Según miembros de la Iglesia Ortodoxa Rusa, la protesta formaba parte de un complot para terminar con el “auge que ha vivido el país desde la caída de la URSS”.
El videojuego se ha presentado en un festival de la juventud ortodoxa rusa celebrado en Moscú, aunque ni la Iglesia ni el representante legal de la banda han querido hacer comentarios.
En Kabukis nos parece curioso que se considere “odio religioso” ir a una iglesia como Dios te trajo al mundo (o casi), y que, sin embargo, crear un videojuego en el que tienes que matar a una persona con nombre y apellidos sea un divertimento religioso. Proponemos un juego en el que tengamos que encarnar a las Pussy Riot y lograr entrar en la Catedral del Cristo Redentor.
