Yo era un niño bastante movidito al que nunca se le han dado mal los deportes, los juegos o deportes de mesa como el ajedrez , etc. Nunca paraba de reñir con mi hermano (al que le tengo mucho aprecio) por cualquier cosa, pero el momento gordo de discusión llegaba con el tema “GameBoy”. Yo, siendo el pequeño tenía que usar mis mejores armas para conseguir mi objetivo el cuál era arrebatarle la videoconsola a mi hermano y pasar el máximo tiempo posible “viciándome” al SuperMarioBros o al Zelda, con éste último tuve que perder un verano entero para pasármelo. De esta forma y con la ayuda de mis padres, conseguiría mi bien más preciado, la “GameBoy”.
Después de varios años discutiendo día tras día por ver a quién le tocaba “viciarse” en cada momento, llegó la “GameBoy Color” y mis padres buscando la paz entre los hermanos, la compraron. Era la morada transparente y con su llegada apareció un problema mayor, ahora ninguno de los dos quería la “GameBoy” antigua, sólo queríamos aquella que se viera en color, o siendo un juego de la antigua GB la elección de color; derecha azul, arriba rojo, abajo verde, presiona izquierda y B y aparecerá en… que se yo ¿rosa? Yo creo que fue una estrategia de madre veterana, para apropiarse de la GameBoy antigua, será antigua y todo lo que quieras, pero para ella sola. Mi madre con su GameBoy personal y su Tetris era la más feliz del mundo, a veces se la prestaba a mi padre, pero él nunca ha sido mucho de videoconsolas y juegos interactivos, aunque ahora no para de jugar al Mahjong.
Bueno a lo que íbamos, durante mucho tiempo estuve al tanto de todas las novedades en videojuegos y tecnología, pero tras un pequeño percance accidental, perdí toda la sincronización con el mundo actual, hasta que llegué a un lugar que llamaremos “La Cueva”, donde, un par de personas (ellos lo saben), me enseñaron desde 0 a envolverme de nuevo al mundo de la tecnología, videojuegos, diseño, programación y publicidad. Gracias a todo esto y a ese par de personas y alguna más, a las cuáles se lo agradezco muchísimo, estoy aquí redactándoos, en resumidas cuentas, una pequeña parte de mi vida que durante mucho tiempo no recordaba ni hablaba sobre ella.
Nunca sabes lo que el futuro te depara, pero mi consejo es: Cúrratelo y podrás aspirar a todas las cosas que te propongas, y aunque no ocurra en ese mismo instante, el objetivo que buscabas con ansia, empeño y esfuerzo llegará.
Con esto quiero decir que no desaproveches ninguna oportunidad que te depare la vida.
La suerte no llega. Se busca y se trabaja.
Roberto Lorenzo Escuin
@RobertoRLE