El primer día de la Gamescom de Colonia suele ser un día de tiento para los negocios. Los periodistas pueden probar sin demasiada demora en las colas las novedades y preparar algunos artículos. Aquellos que consiguen entrar sin ninguno de los dos objetivos, disfrutan de la feria un día antes de la entrada masiva de gente. Las ferias de videojuegos, donde la realidad se parece cada vez más a Ready Player One, el show y el entretenimiento dominan en cada esquina. Lejos quedan los años en los que las booth babes dominaban los pabellones de las empresas con capacidad para utilizar este recurso, con el que muchas chicas trabajaban tres días y se pagaban un año de carrera completo.
Desde que Kabukis acudió a cubrir la Gamescom en 2013, la cosa ha cambiado mucho. Las quejas del movimiento feminista sobre la cosificación de la mujer y el miedo de la industria por traspasar los límites de lo políticamente correcto ha hecho caer en picado el mundo de las booth babes. Sin embargo, cuando hablas con las chicas, te cuentan que es un trabajo divertido, muy bien remunerado y en el que siempre las han tratado con el máximo respeto a pesar de lo que mucha gente pueda pensar. «Los frikis son súper respetuosos y las fotos que nos hacemos con ellos son muy divertidas», asegura una de las chicas. Posan frente a un carro de combate montado por Wargaming, la empresa rusa desarrolladora de juegos como World of Tanks o World of Warships.
El pabellón de Wargaming es el único que ha contratado booth babes como parte de su espectáculo
La empresa rusa de videojuegos es la única en toda la feria a la que parecen no importarle las críticas externas. Saben que los disfraces y el encanto de las chicas generan miles de fotos y conversación en redes sociales. Además, Wargaming ha contratado un trío de cantantes que visten de azafatas militares y cantan de maravilla. Los amantes del cine se acordarán de las escenas de Apocalipsis Now en las que un grupo de chicas son enviadas al frente para animar a la tropa.
Las cosplayers reviven los personajes de las sagas más famosas de videojuegos presentes en la Gamescom
El toque femenino más parecido a las booth babes lo dan las cosplayers. Chicas gamers o fans de algunas de los títulos más famosos que se esfuerzan en recrear de la manera más fiel a sus personajes preferidos. Pueden concursar en alguno de los concursos del gran centro de exhibición cosplay y a cada paso consiguen la admiración de los miles de personas que pasean por la feria. Varios espacios de complementos y maquillaje permiten a las chicas (y también a los chicos amantes del cosplay) dar el último toque para conseguir el éxito de esta afición en auge entre los amantes de los videojuegos.
